Monte Igeldo

Un parque de atracciones con las mejores vistas

El Monte Igueldo se alza en el extremo de la Bahía de La Concha, marcando el límite entre el mar y la ciudad. Un lugar que aúna pasado y presente, donde recordarás tu infancia gracias a un parque de atracciones pintoresco como los que ya no quedan. Donde viajarás al pasado en un funicular de 1912, y desde donde podrás disfrutar de las vistas más emblemáticas de la ciudad.

Desde la cima podrás divisar toda la ciudad, pero también parte de la costa guipuzcoana y el inmenso mar cantábrico. Podrás disfrutar de la tranquilidad de la Bahía y de la agresividad de las olas chocando contra los acantilados. Un lugar que esconde un secreto, un Parque de Atracciones, que no ha perdido su esencia de la "Belle Epoque".

Monte Igeldo 804

Súbete al Funicular de Igeldo con más de 100 años

Se trata de funicular cremallera con vagones de madera que te recogerá en las faldas del monte y te subirá hasta el parque de atracciones. Un funicular que todavía conserva la esencia de cuando se inauguró, el 25 de agosto de 1912 y que lo convierten en el más antiguo del País Vasco.

Subir al Monte Igeldo es una experiencia que te transportará al pasado. El trayecto empieza desde la estación, uno de los edificios más bonitos de la ciudad, situado muy cerca del Peine del Viento. A medida que vas ascendiendo con la ciudad a tus pies, podrás disfrutar de la naturaleza y de las vistas que te regala este viaje.

Podrás revivir el viaje que antaño realizaban los donostiarras que subían al casino o al salón de bailes ubicado en la cima. Un viaje pintoresco con halos de romanticismo que no es más que un augurio de lo que te encontrarás al final del trayecto.

El funicular nos lleva directamente al parque de atracciones Monte Igueldo, un parque de aquéllos que ya no quedan, donde el encanto de sus antiguas atracciones, como la Montaña Suiza y las Camas Elásticas, hará las delicias del público infantil y no tan infantil.

Funicular subiendo al Monte IgeldoFunicular subiendo al Monte Igeldo. Foto: Javier Larrea

Un parque de atracciones vintage de los que ya no quedan

Al llegar al Monte Igeldo te sumergirás en un mundo de fantasía. Un parque de atracciones con solera en el que puedes encontrar alfombras mágicas, montañas suizas que bailan sobre el mar, casas encantadas, laberintos infinitos y sirenas a las que podrás saludar mientras navegas por el río misterioso.

Derrochar adrenalina en la Montaña Suiza, no parar de reírte en el Paseo de la Risa, perderte en el Laberinto Mágico o disfrutar de las casetas de juego, son solo algunas de las atracciones que te transportarán al pasado.

No esperes atracciones espectaculares a cientos de kilómetros por hora, es un parque para disfrutar con tranquilidad y saborear cada minuto. Un lugar con 20 atracciones de las que ya no quedan, que guardan la esencia y la belleza de los parques de atracciones de primeros del siglo XX y que deleitarán a la familia al completo.

En el centro del parque, se alza imponente el Torreón. Construido en el s.XVIII, lo que lo convierte en un lugar aún más pintoresco, en un escenario que parece sacado de cualquier película fantástica

Vivirás una experiencia mágica mientras disfrutas de las vistas de la Bahía de La Concha y de toda la ciudad de Donostia/San Sebastián que te regala el Monte Igeldo.

Más sobre el Parque de Atracciones del Monte Igueldo

Desde el mirador conseguirás la foto más emblemática de la ciudad

Pero entre todas las atracciones, hay una que es única. El mirador que se alza sobre la bahía donostiarra y desde el que podrás contemplar una de las panorámicas más emblemáticas de la ciudad.

Podrás ser protagonista de la típica postal de Donostia/San Sebastián que seguro has visto muchas veces sobre el papel. Y descubrir la magia de estar allí arriba, en la montaña, bajo el Torreón, junto a un parque de atracciones pintoresco y sobre la Bahía de La Concha.

Atardecer desde el Mirador del Monte IgeldoAtardecer desde el Mirador del Monte Igeldo

Contempla un atardecer de ensueño desde el Restaurante

Tras disfrutar de todas las atracciones y volver a tu infancia durante unas horas, hay un lugar en el Monte Igeldo donde sentarte a disfrutar de un buen aperitivo.

Sin perder de vista el mar y la bahía, el restaurante ubicado bajo el torreón es un deleite para todos los sentidos.

Desde su terraza podrás disfrutar de impresionantes atardeceres. Ver como el cielo se va tiñendo de naranja y el sol va desapareciendo en el horizonte, hasta que finalmente es tragado por el mar.

Atardecer desde el Mirador del Monte IgeldoTerraza del Restaurante del Monte Igeldo

Alójate en el hotel para admirar ciudad de noche

Si durante el día el escenario es impresionante, por la noche es mágico. Desde el hotel ubicado en la cima del monte, podrás contemplar una ciudad iluminada. Una escena de la que pocos tienen el placer de disfrutar.

Un hotel de 4 estrellas con piscina y los servicios más exquisitos y avanzados para que pases una experiencia única en la ciudad.

Más sobre el Hotel Mercure Monte Igueldo

Desde el Faro podrás disfrutar de la belleza de la costa cantábrica

En la ladera del Monte Igeldo que mira hacia alta mar, se esconde el faro. Rodeado de naturaleza, en un paisaje paradisiaco con el mar imponente al frente. Desde su terraza se puede divisar parte de la costa guipuzcoana y disfrutar de atardeceres de película.

Para evitar que los barcos no rompan contra las rocosas laderas del monte, tal y como lo hacen las olas del mar, este faro fue construido en 1855 por el ingeniero de caminos Manuel Peironcely. Desde entonces, ilumina cada noche el horizonte, avisando a navegantes de la presencia de los infranqueables acantilados de la costa donostiarra.

Este faro sustituyó al torreón ubicado en la cima del Monte Igeldo y que avisó a miles de navegantes desde 1748 a través de una luz fija. Las Guerras Carlistas apagaron su luz de forma definitiva, cediendo el relevo al de hoy en día.

El faro de Donostia/San Sebastián es el lugar perfecto para disfrutar de la belleza del mar y de los acantilados de Igeldo.

Monte Igeldo desde el Mar CantábricoDesde lo alto del Monte Igeldo podrás contemplar también la inmensidad de la costa cantábrica

Un paseo entre la historia y la cultura rodeado de un paisaje emblemático

Hay un paseo en la ciudad que te transporta desde el pasado hasta el presente, donde podrás conocer la historia y la cultura de la ciudad, mientras paseas por los lugares más emblemáticos de Donostia/San Sebastián.

Un paseo que comienza en un atalaya entre la playa de La Concha y la de Ondarreta, donde se encuentra el Palacio Miramar. Un palacio con una estructura arquitectónica más típica de la campiña inglesa que del País Vasco, abrazado por jardines decorados con esculturas de Chillida que miran hacia la bahía donostiarra.

Construido en la en la época en la que la reina María Cristina veraneaba en la ciudad, allá por 1892, el Palacio Miramar es uno de los dos grandes iconos de la Belle Epoque que aún conserva la ciudad.

Una vez dejado atrás el Palacio Miramar, el camino continúa junto a la playa de Ondarreta. A cada paso, la bahía de La Concha te mostrará una estampa diferente. Asimismo, la isla Santa Clara se irá descubriendo ante ti, imponente, para que puedas deleitarte con la belleza de todos sus perfiles, todos ellos distintos.

El paseo que rodea la bahía acaba en un lugar en el que mar juega con el arte,el Peine del Viento. El conjunto de esculturas de Chillida es una de las fotos que no puede faltar en tu álbum vacacional.

Para finalizar este paseo, nada como viajar al pasado en un funicular construido en 1912 y que todavía conserva la esencia de aquella época.

Un trayecto que te llevará a un escenario lleno de fantasía: un parque de atracciones como los de antes, de los que ya no encuentras. Con atracciones tan emblemáticas como un laberinto, un Paseo de la Risa con espejos mágicos o una Montaña Suiza que se eleva sobre el mar.

El recuerdo de la ciudad desde el balcón del Monte Igeldo es uno de los que no puede faltar de tu visita a Donostia/San Sebastián.

 


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