TOP 5: Pintxos en el Antiguo
- Comer y beber
- 25 Feb 2019
Recorremos el Paseo de la Concha hasta llegar al barrio más antiguo de la ciudad, como su propio nombre indica. Si alguna vez habéis conocido o conocéis a algún antiguotarra detectaréis en él o ella un orgullo muy especial por su barrio. Los del Antiguo son muy del Antiguo, casi hasta la independencia. Y en cierta parte no les faltan razones para sentirse autosuficientes; una playa propia, amplias avenidas, una universidad, infinidad de empresas y oficinas y por supuesto una oferta hostelera para caerse redondo del gusto.
Empezamos la ruta por la calle con más vida del barrio, la Calle Matía, que para nuestra suerte hoy es peatonal por ser día festivo.
Drinka
Buñuelo de bacalao
Aunque parezca un recién llegado al barrio, la apuesta del Drinka lleva ya tres años dando guerra y buen comer a partes iguales. Su fachada y su más que cuidada decoración interior nos indican que no estamos ante en un bar cualquiera. Detrás de esta apuesta realizada con tanta calidad y buen gusto encontramos a tres hermanas; Carmen, Elena e Isabel.
Probamos el buñuelo de bacalao y nos explican la elaboración “Cocinamos el bacalao con aceite y ajo, luego hacemos una tempura con la bolita de bacalao. Pero no utilizamos nada de nata ni leche”.
Mientras damos el último bocado nos fijamos en el lema del bar, escrito en grandes letras en la pared derecha del local. EDAN, JAN , GOZATU, (“bebe, come, goza”, en euskera). Sencillo y cierto, aunque tras esta visita creemos que como "advertencia" GOZATU debería estar en negrita. Volveremos para seguir gozando.
Trikuharri
Chipirón a la plancha con celbolla caramelizada, toque de vinagre de módena + ingrediente secreto
Trikuharri abrió sus puertas hace cinco años y medio y enseguida conquistó a la gente del barrio. Últimamente también lo está haciendo con el público no tan cercano. El dueño nos explica que en un principio la clientela era sobre todo de la zona pero que en el último año están recibiendo a mucho cliente extranjero, cosa que no les ha hecho cambiar ni sus precios ni su manera de trabajar. La caña sigue costando dos euros, y toda su carta sigue manteniendo la misma esencia y calidad a buen precio.
¿Uno de sus pintxos más característicos? Un chipirón a la plancha con cebolla caramelizada, toque de vinagre de módena y un ingrediente….secreto. En los siguientes diez minutos utilizamos todo tipo de estrategias para sonsacarle el “secreto”. Pero es en balde. Tendremos que volver para continuar con la investigación. Y siendo sinceros, va a ser un gustazo hacerlo.
Café de Mario
Brocheta de gambas y bacon sobre pan tostado aliñado con vinagreta
“En el Café de Mario nadie se queda con hambre” nos comenta entre risas Carlos, el dueño. “Abrimos a las siete de la mañana y damos de comer hasta bien entrada la noche. Desayunos dulces y salados, menú entre semana de 12 euros con comida buena y casera. Los fines de semana mantenemos lo casero pero de una manera más elaborada con un menú superior. De noche tenemos una carta extensa donde elegir”.
Y por supuesto también tienen mucho de lo que hemos venido a buscar. Entre las delicias que se extienden en la barra y las que nos anuncian que podrían llegar de la cocina, nos quedamos con una brocheta de gambas y bacon sobre pan tostado aliñado con vinagreta.
Lobo
Txapela de champiñón rellena de foie en fondo de alioli
En cuanto entramos, dos detalles nos llaman la atención además de por supuesto, el imponente lobo que nos mira fijamente desde el fondo del bar. Uno, todos los pintxos de la barra son de productos del mar. Dos, unos gigantescos barriles de cerveza de color cobre penden sobre la barra y se extienden sobre nuestras cabezas. Erik, el simpático camarero que nos atiende nos explica que son barriles de cerveza de bodega, cerveza que no lleva carbónico añadido, solo la fermentación propia de la cerveza.
De otro planeta también es el pintxo que nos toca degustar esta vez. Dos txapelas de champiñon rellenos de foie, en un fondo de alioli.
En los diez minutos que dura la visita charlamos animadamente con Tamara y Erik, los camareros, y con el cocinero Josu, que nos explican más detalles sobre la particular filosofía del bar, el amor al detalle y al buen producto que caracterizan todos los establecimientos Lobo de la ciudad. Salimos del local convencidos de que debería haber un Lobo por cada barrio donostiarra.
Mandrágora
Pan tostado con pimiento rojo, huevo cocido, mayonesa y langostino, coronado con una capita de cebollas y pimiento picado.
Abierto hace doce años y renovado hace tres, el Mandrágora es uno de los bares más exitosos de la plaza con más vida de Benta Berri, la plaza Jose María Sert. Lo más característico del local es su apuesta por la madera en todas las superficies, barra, mesas y paredes. Las camareras nos comentan que uno de los productos que más funcionan son las tostas. Y no nos sorprende, miramos las cartas serigrafiadas también sobre madera y todas tienen una pinta increíble.
Pero hemos venido a por los pintxos y por suerte en este tema tampoco se quedan atrás.
Esta vez tenemos el gusto de llevarnos a la boca un pan tostado con pimiento rojo, huevo cocido, mayonesa y langostino, coronado con una capita de cebollas y pimiento picado.
Salimos del último local de nuestra lista y con ello damos fin a esta aventura que nos ha llevado a cruzar media ciudad y a recorrer varios de sus barrios en busca de la excelencia gastronómica de la que Donostia-San Sebastián hace gala. Visitas en las que se han mezclado grandes confirmaciones y gratos descubrimientos en lo que a calidad, sabor y buen trato se refiere. Aún con muchos más barrios y lugares que visitar, nos vamos a atrever a decirte que en esta pequeña gran ciudad, donde entres, comerás bien.